El modelo neoliberal en México ha sido exitoso para el capital, esto es, en términos de la generación de rentabilidad. Un error analítico de base, al respecto, es concebir a la relación capitalista como un sistema económico cuyo objetivo es la satisfacción de necesidades humanas e intentar evaluar el éxito de éste a partir de indicadores asociados. Con base en esta concepción el modelo neoliberal sería exitoso, por ejemplo, si hubiera más empleo, si incrementaran las remuneraciones o, en general, si existieran mejores condiciones de vida para toda la población en su conjunto. El punto cuestionable en esta ontología que deriva en afirmaciones como las que acabamos de señalar es que en ella se ignoran las relaciones sociales que definen al sistema capitalista, a saber: las relaciones de valor, las relaciones capital–trabajo asalariado, las relaciones inter–capitales, las relaciones inter–estados, y las relaciones que constituyen el mercado mundial (Smith, 2016). Todas estas relaciones están estructuradas y definidas por el fin último del sistema capitalista: la valorización y acumulación del capital sin importar el espacio dónde se logre ni los mecanismos que se utilicen para ello. En otras palabras, a partir de lo anterior, afirmamos que el modelo neoliberal mexicano, aunque no genere beneficios sociales y, de hecho, provoque desigualdad, pobreza y exclusión social, es exitoso para el capital porque, en un entorno de globalización y de financiarización, le ha permitido elevar sus índices de rentabilidad en el sector productivo y en el sector financiero.
La dualidad estructural de la economía y el dominio de la acumulación ficticia en el México neoliberal
Sobre el proyecto
Autor / Autores
Roberto Escorcia
Aarón Arévalo
Aarón Arévalo
País
México
Año
2022